lunes, 8 de octubre de 2012

Osos galletosos, galletas de naranja





A medida que pasan los años, nuestra memoria va almacenando multitud de recuerdos. Experiencias que nos sucedieron en un pasado o diferentes cosas que nos marcaron, se acumulan en nuestra memoria para permanecer en ella.
A veces, en la infancia, una cosa te marca de por vida. Eso es lo que me pasa a mi con los osos. ¡Los ositos son taaaaan cuquis! La culpa de mi preferencia "ositista" es debido básicamente a tres osos:
1. Mi queridísimo osito rosa
Un dulce muñequito que me acompañó durante muchas noches en mi infancia. Este osito era la monda. No sólo era de color rosa (el color de niña por antonomasia), el osito en cuestión, iba equipado con un modernísimo mecanismo musical. Dicho mecanismo estaba situado en un lugar un tanto especial (digamos que donde la espalda pierde su nombre). Cuando tiraba de la cuerdecita del mecanismo, sonaba la nana más dulce del mundo mundial... ¡Qué pasada era mis oso rosa!


Mi osito rosa y yo a punto de ir a dormir

 
2. El anuncio de mimosín
El osito de mimosín es un claro ejemplo de dulzura "peluchil": tiene una vocecita que canta casi en susurros, se asoma por el marco de la puerta con una gracia incomparable y tiene, además, una caída de ojos que ya la querrían muchos actores/galanes de Hollywood.
 
 
 


 

3. Los osos amorosos
Estos dibujos de los años 80 tenían como protagonistas a diferentes ositos, cada uno de ellos con un símbolo y una tarea determinada. Pero todos ellos compartían objetivo: ayudar a la gente de la tierra. Estos osos, además de ser amorosos, tenían unos nombres más que ideales: Tiernosito, Alegrosita, Sueñosito, Suertosito... Como todos acaban en "osito" eran fáciles de recordar, no como los de Pikachu y sus colegas (a ver quien fue el listo que puso los nombres de Bulbasaur, Blastoise, Charmander o Kakuna).

 


Bueno, ahora que ya conocéis un poco más mis recuerdos infantiles, podréis entender un poco mejor porque pienso que los ositos son taaaaan cuquis. Ante el recuerdo de estos tres referentes, no es de extrañar que cuando encontré un cortador de galletas con forma de osito en una tienda, tuve una revelación: tenía que comprarlo. Gracias a este cortador, podía elaborar mi propia versión de ositos: unos ositos que además de monos (estéticamente hablando), eran dulces (literalmente hablando)! Mis osos galletosos de naranja!!!!!
Ositos blancos de azúcar

INGREDIENTES

* 350 gr de harina
* 125 gr de azúcar glas
* 100 gr de mantequilla
* 10 gr de levadura
* 60 ml de zumo de naranja
* 18 ml de leche
* 1 huevo
* ralladura de naranja

ELABORACIÓN

1. Batimos la mantequilla (debe estar a temperatura ambiente) con el azúcar glas y la ralladura de naranja.
2. En otro recipiente, batimos el huevo con el zumo de naranja.
3. Ahora, incorporamos a la primera mezcla (mantequilla+azúcar glas+ ralladura) la segunda (huevo+naranja).
4. Batimos todo hasta que quede una mezcla homogénea.
5. Añadimos la leche y lo mezclamos todo bien.
6. En un bol tamizamos la harina con la levadura.
7. Incorporamos, poco a poco, la harina tamizada a la mezcla anterior hasta que quede una masa homogénea para nuestras galletas.
8. Hacemos una bola con la masa y la tapamos con film transparente (así evitaremos que salga costra) y la dejamos enfriar en la nevera una hora aproximadamente.
9. Una vez que haya transcurrido este tiempo, extendemos la masa y usamos un cortador para darle forma a nuestras galletas.
10. Ponemos las galletas en el horno (previamente precalentado) a 180 grados durante unos 12-13 minutos (el tiempo necesario de cocción dependerá del horno y del tamaño de las galletas). Dejadlas que queden doraditas, no las dejéis demasiado tiempo o quedarán muy secas.
11. Una vez que estén hechas, las dejáis en una rejilla para que se enfríen.
12. La mejor parte de todas: la degustación! mmmmm.....
La chupi pandi de osos galletosos al completo

El resultado: unas galletas riquísimas, naturales y la mar de monas!!!!!
 


¡Hasta la próxima!

viernes, 5 de octubre de 2012

Operación pastel de cumpleaños para adolescente





Los días de otoño ya aparecen en nuestro calendario. Las temperaturas ya empiezan a bajar y, poco a poco, vamos dejando aparcadas las sandalias en el armario. En un abrir y cerrar de hojos llevaremos calzadas nuestras mejores botas de piel.
Las tiendas ya muestran en sus escaparates las nuevas prendas otoñales. Pero ahora la nueva ropa se destaca con carteles en los que se puede leer new arrival o new collection.
¿Os habéis percatado de los innumerables ejemplos de anglicismos que se instauran en nuestro vocabulario cotidiano? Multitud de palabras de procedencia inglesa se aferran a nuestro lenguaje.
Precisamente me di cuenta de la presencia de anglicismos  cuando decidí elaborar el pastel de cumpleaños de uno de mis sobrinos. Mi sobrino, gran aficionado al hip hop, cumplía 15 años y se merecía un pastel. Decidí informarme sobre este baile y ver, si así, las musas hip hoperas me inspiraban para poder realizar mi pastel.  Ante tal avalancha de nuevos estilos de baile urbanos,  me di cuenta de una cosa: definitivamente ya no estoy en la onda.

¡Los anglicismos nos inundan! Muestras y ejemplos:


El Baile
Los años pasan, y con ello me doy cuenta de que poco a poco me voy quedando un tanto desfasada. En materia de baile, los estilos urbanos han evolucionado a un ritmo frenético. El por qué de esta afirmación: ¡no tengo ni idea de cómo se baila el break dance, ni el locking ni el popping! Demasiada técnica para una persona que en el festival de octavo bailaba con toda la clase el Saturday Night de Wighfield (o el diri ra ra raaaa!) .Una imagen vale más que mil palabras:
  


                                              


La moda
Este, sin duda, es uno de los sectores donde los anglicismos han hecho estragos. Actualmente, para leer cualquiera de las revistas de moda de referencia de nuestro país, muchas veces sería necesario un diccionario para entender los conceptos que aparecen en sus páginas.
En sus artículos interiores podemos leer que los tejidos denim han sustituido a la tela vaquera de toda la vida, los estampados de leopardo han pasado ha denominarse animal print y que las chicas que marcan tendencias son las it girl.
He de reconocer que todas estas palabras resultan muy glamourosas, pero os aseguro que mi abuela si lee estos artículos, la pobrecilla no se entera de ná de ná.





La música
Siendo los Estados Unidos unos de los mayores exportadores de artistas internacionales, no es de extrañar que muchos anglicismos se hayan introducido en nuestra lengua: grunge, new age, house... Pero creo que la persona que utilizó por primera vez el término DJ, jamás creyó que esta palabra estaría al lado de Kiko Rivera... jeje! ¿No os parece increíble que la palabra DJ pueda hacer referencia a una persona que tiene un tema titulado "Quítate el top"? Ahí lo dejo.

Bueno, ante tal inundación de anglicismos, los que tenemos la asignatura de inglés pendiente, no nos quedará más remedio que ponernos las pilas y aprender el idioma (por nada del mundo queremos quedarnos outdate, no?).
Eso sí, entre clase y clase, siempre podemos dedicar un rato a elaborar nuestros dulces y, lo que es mejor, a comerlos!


Pastel en su versión Andy Warhol



¡Hasta la próxima!